(Vanidad de vanidades, todo es vanidad)
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¿En el Mundo
todo es Vanidad?
La segura presencia de
nuestra muerte nos recuerda que todo es caducidad; que todas las cosas,
de este mundo, tienen una fecha de expiración... ¡Todas y todo! Y nosotros (la Humanidad) los primeros.
La Vanidad
es la cualidad de Vano;
representando todo aquello que es (o representa) la inconsistencia, la vacuidad
de las cosas, lo ficticio, la apariencia, el artificio, la caducidad segura de
todo lo que nos representa y lo que somos (como seres únicos e irrepetibles).
La Materia
(lo material), como un elemento propio de la Naturaleza, se reintegra al substrato primordial. Toda corrupción
es un regresar (o un reintegrarse) a la Madre,
al origen y final de todo lo existente. Una vez se ha cumplido el final de
ciclo, todo retorna al punto de arranque... Y así, una vez más, se vuelve a
empezar.
Memento
Mori (recuerda que puedes morir)
Para que tanto vanagloriarse de cargos, y prebendas,
si al final todos vamos a acabar igual: el emperador, el general y el
sacristán... "Finis gloriae mundi" (El final de la gloria del
mundo). La muerte a todos nos iguala. "Tempus Fugit" (El Tiempo
huye; la Vida es frugalidad). Nada persiste y Todo
se transfigura. Siempre hemos estado y siempre estaremos. Otras formas
de persistencia, sí... pero con la misma Luz.
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Hay otro anti-valor que me
entristece y apena: la Prepotencia;
la falsa grandeza del ser pequeño (de espíritu) que, en su desmesura, "insulta" a todos aquellos a quien
se dirige. Palabras ofensivas, ampulosas, ridiculizantes... En el fondo,
tristemente, descalificantes para el que las profiere. Es menosprecio lo que
proyecta, como herida sangrante que rezuma de su pobre Alma negra. La falsa seguridad de sus punzantes soflamas son protecciones indelebles de su poca valorada existencia. Agresividad permanente
ante una paupérrima defensa. Al fin y al cabo: es una PERSONA débil y de coexistencia compleja.
Santiago Peña
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