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En referencia a un determinado tipo de individuos
singulares ¿qué entendemos por Carisma? Se podría definir, más o menos, como: la capacidad que ostentan ciertas
personas
para motivar y suscitar la admiración de sus prosélitos, gracias a una supuesta
cualidad de “atractivo personal”. En
su raíz etimológica vendría a ser el "arte natural de agradar" o "de hacer
favores".
La Autoridad
Carismática, junto con la Autoridad Legal
y, sobre todo, la Autoridad Moral,
son las tres formas de Autoridad por
excelencia que se dan en toda empresa/sociedad/civilización que se tenga por
mínimamente estructurada y/o evolucionada.
Por todo ello, Carisma, se podría sintetizar como:
Una innegable condición distintiva especial
que, en virtud de la cual, "es
tenida aparte" de las personas comunes y presentada de atribuciones
o cualidades prodigiosas, ímprobas o al menos originales para con sus incondicionales;
como así mismo, y detalle muy importante, la capacidad de poder proyectar una Verdadera imagen de Credibilidad. Éstas
no son posibles a las gentes normales, pudiendo
percibirse como de origen divino o al menos ejemplares, y, sobre la base de
ellas, el individuo en cuestión es tratado como un adalid nato para sus seguidores (votantes, militantes, pupilos, conciudadanos,
adeptos, subalternos, discípulos...).
Está más que demostrado que es un don
innato. Se nace con él. Por lo tanto, la PERSONA desprovista de esta especial cualidad, no es posible forjarla.
Otra cosa diferente, siempre que se posea incipientemente (o se vislumbre parte
de ella), es la obligación moral de madurarla u optimizarla en pro del
beneficio común.
En resumen: se podría determinar como el Conjunto
de Valores armónicamente ensamblados para constituir la cualidad reconocida
como Carisma.
Detalle substancial: en un mundo "gris" (por los tiempo que corren)
el humor es un punto más, dentro de la comunicación verbal como de la no-verbal
(esta última: tanto, o más, importante que la primera); por supuesto
determinante en el quehacer diario de un personaje carismático que se tenga por
ello. Es decir: proyectar un sano y natural positivismo en forma de empatía y distendida
cercanía para con los demás.
La PERSONA
con Carisma es un "Portador
de la Luz" y es, a su vez, la propia Luz; en el mundo de la empresa es el Jefe (en mayúsculas); en el mundo de la Realidades Últimas es el Guía; dentro de las variadas formas de gobierno es
el Rey y/o es el Presidente...
Por todo ello es, condición justa y
necesaria, que la PERSONA destinada
a dirigir a sus congéneres (en cualquier ámbito de la sociedad) debería ser
depositaria -fuera aparte de todos los valores atribuibles- del máximo Carisma posible.
Hoy día, en un destacado número de (pseudo)líderes
(políticos, económicos, sociales, empresariales,...), no cumplen con este Excelso Valor. Sus truculentas formas,
por parte de los "incapacitados",
de ascender al Poder son de lo más variadas: "hereditaria", intercambio de favores, "enchufismo", "clientelismo",... etc. No obstante,
en el caso más favorable de poseer atributos encomiables (desde una impecable
formación académica, más una contrastada experiencia profesional, para poder
ejercer su cometido con plenas garantía de éxito), no es suficiente para poder
ejercerlo. ¡Estamos hartos de tener
correctos gestores y de padecer de nulos dirigentes! No proyectan nada: ni positividad,
ni credibilidad, ni proactividad, ni humildad, ni empatía, ni emotividad, ni locuacidad,
ni veracidad,... y, por supuesto,
invalidados en motivación. A fin de
cuentas: No poseen Carisma.
Es preciso dejar paso, reconociendo
nuestras limitaciones, a aquellos que invisten de este insigne Valor (más del resto que se le
suponen). No "les barramos el paso"
por no ser, éstos, "hijos de",...
Tienen que existir -estoy convencido de ello- verdaderos "soles eclipsados" por auténticos
incompetentes egocéntricos, consensuados por una caterva de mediocres
aduladores y, presumiblemente, motivados por indignos intereses espurios. Los perversamente
llamados "consensos" ("preferimos
que dirija aquel, por ser más manejable, que aquel otro") es un mal "endémico" propio (consustancial) en
la sociedad/civilización occidental (de esta colectividad neoliberal y
ultracapitalista la puedo criticar porque la padecemos; de las otras civilizaciones
coetáneas no las comento por un claro, y evidente, desconocimiento vivencial).
El Estado es una gran organización empresarial
formado por PERSONAS. El motor de los
países, como los de las compañías privadas, no es el capital. El dinero es
importante (vital) para la fundación de las mismas pero... ¡nada más!
El verdadero motor de las empresas son las
PERSONAS
PERSONAS motivadas y conducidas por carismáticos
líderes; excepcionales dirigentes. Referencias éticas en sus hechos,
competentes, resolutivos, dinámicos,... En definitiva: los mejor preparados,
tanto por sus cualidades humanas como
profesionales.
¡Siempre el primero; jamás el último!
Las PERSONAS
con Carisma son capaces de Despertar
Conciencias, de levantar ciudades, de reactivar ruinosas compañías, de alzar
países destruidos..., de regenerar destinos comunes; de Infundir fuerza para el
sacrificio colectivo...
Fuerza, Verdad, Honor
Santiago Peña